Por Carlos Pérez

Roberto Ruiz Guadalajara ofreció la conferencia Música y Alquimia en la obra de Robert Fludden el ciclo académico Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el Arte

Roberto Guadalajara en el auditorio Adolfo Best Maugard del MUNAL.

En días pasados el Auditorio Adolfo Best Maugard del Museo Nacional de Arte (MUNAL) se convirtió en un crisol de ideas, donde la historia, la filosofía y las ciencias esotéricas convergieron en un diálogo tan preciso como fascinante. Ante un público que llenó el espacio, el conferencista Roberto Ruiz Guadalajara condujo a los expectantes por el universo del polímata inglés Robert Fludd, desvelando las correspondencias que, a su parecer, unen al cosmos con el alma humana. La cita, inscrita en el ciclo académico“Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el Arte”, se erigió como un recordatorio de que, en la historia del pensamiento, las fronteras entre disciplinas son a menudo artificiales.

La disertación de Ruiz Guadalajara, titulada Música y Alquimia en la obra de Robert Fludd fue una inmersión en la cosmovisión de un pensador renacentista que, en pleno auge del empirismo, se negaba a separar la materia del espíritu. El ponente explicó cómo Fludd concibió el universo como un gran instrumento musical. Según esta visión, la “música mundana”, o la música de las esferas, no era una simple metáfora poética, sino el principio armónico que regía el movimiento de los planetas y la sucesión de las estaciones. Para Fludd, cada elemento del cosmos tenía una nota específica, y el ser humano, como microcosmos, debía sintonizar su existencia con esta sinfonía universal.

El público, inmerso en la conferencia “Música y Alquimia en la obra de Robert Fludd”.

El vínculo con la alquimia se hizo evidente en la exposición. Lejos de la imagen popular del alquimista como un simple buscador de oro, Ruiz Guadalajara presentó a Fludd como un pensador para quien la transmutación de los metales era un análogo de la purificación del espíritu. El proceso alquímico, con sus etapas de disolución y coagulación, era una metáfora de la búsqueda de la perfección moral y espiritual. La música y la alquimia son, en la obra de Fludd, dos caras de la misma moneda, comentó Ruiz Guadalajara, ambas buscan armonizar lo discordante, transformar lo impuro y revelar la verdad oculta“.

Un lleno total en el Munal para la conferencia de Roberto Ruiz Guadalajara.

El conferencista también ahondó en la conexión entre estos saberes y el arte. La adivinación, el acto de desvelar lo oculto, se manifestaba en la obra de Fludd y sus contemporáneos a través de la pintura y la literatura.

Cada grabado, cada símbolo en los textos del pensador inglés era, de hecho, una clave que revelaba un secreto del universo. Desde la representación del monocordio cósmico hasta los intrincados diagramas astrológicos, el arte era un medio para codificar y transmitir una sabiduría que no podía ser expresada solo con palabras. La conferencia, en este sentido, fue una lección sobre cómo leer las obras de arte no solo por su estética, sino por el conocimiento que resguardan en su interior.

La exposición en el MUNAL se centró en un Renacimiento que integraba la ciencia, la magia, el arte y la filosofía. La presentación de Roberto Ruiz Guadalajara expuso una cosmovisión de la época, la cual invitó a la reflexión sobre la interconexión de diversas disciplinas.

La jornada concluyó con la oportunidad de apreciar la interconexión entre las obras y los principios filosóficos de la época, ofreciendo una perspectiva que complementa la comprensión del periodo

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