Por Agustín Guzmán
Llueve en la ciudad de Veracruz y hay riesgo de inundaciones. Ya voy tarde para el Reflexionario Mocambo. Nuestro querido recinto que es parte de la Unidad de Servicios Bibliotecarios de la Universidad Veracruzana (USBI-UV) y es el sitio multifuncional donde podemos apreciar cine, presentaciones de libros, eventos musicales, conferencias, etcétera.
Semanas antes la recién formada compañía de teatro “Tablas tablitas” nos ha anunciado, en sus redes sociales, que darán su primera función con la obra Desmontando a Shakespeare, mediante una ingeniosa campaña de publicidad. Desde junio fueron publicando carteles alusivos a la presentación y fotos, de uno en uno, de los payasos que intervienen en la obra, buscando crear curiosidad y expectación.
El cartel que anuncia la obra es llamativo, sobresale una imagen del busto del inmortal Bardo de Avon con una muy visible nariz roja y gafas redondas.

Aunque la compañía es reciente, varios de sus integrantes han pisado las tablas desde hace varios años. Lucero Cano, egresada de la facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, fue maestra de actuación en la compañía “La troupe” de Veracruz. Entre sus últimas presentaciones interpretó a Bernarda en La casa de Bernarda Alba con la compañía “Viento Norte”.
Selina Guzmán ha participado, desde el campo independiente en el montaje de adaptaciones de comedias musicales como Dentro del bosque y de A Chorus line con la compañía Candilejas musicales y La era del Rock con la compañía “La troupe”.
Alex Manguila formó parte del elenco de la comedia musical La era del Rock con la compañía “La troupe” y A Chorus line con la compañía Candilejas musicales.
Los ensayos han tenido lugar, como suele suceder en el teatro no profesional, en las casas particulares y espacios que ofrecen algunas instituciones educativas. Las horas de ensayo, generalmente tarde/noche, han sido muchas y les son robadas a otras actividades más remuneradas de la vida real.
Tercera llamada, tercera…

El escenario muestra en el fondo telas rojas y blancas, así como en el techo, dando la sensación de hallarnos dentro de la carpa de un circo. A los lados hay, adelante, dos imágenes de payasos y atrás y más al centro, dos imágenes de caminos bien bordeados por árboles realizadas en papel Kraft con marcadores negros y rojos.
En el fondo hay un sofá marrón de aspecto gastado. Enfrente del escenario tenemos aproximadamente 100 sillas y hay casi cuarenta espectadores. El clima acondicionado alcanza, con creces, a cumplir su función.
La obra inicia, nos dan instrucciones al público para que seamos cómplices de estos payasos que están utilizando un lugar no aprobado para teatro. Al entrar nos han dado un cartón de lotería mexicana para que, en caso de llegar la policía, finjamos estar jugando.
El vestuario de los personajes es acorde, representa a los payasos y cada uno tiene un color que va con su personalidad durante la obra: rojo, azul, rosado y verde. Tres clowns masculinos y uno femenino. También hay un quinto personaje en el escenario. Es el encargado de la musicalización y efectos de sonido, recién contratado para el evento.
Empieza la representación de las obras y aunque hay una mujer clown, no la veremos representar a los personajes femeninos. ¡Interpretar papeles femeninos es cosa de clowns masculinos! Ellos irán modificando su vestuario para ser otro/a, pero veremos hasta una simpática paloma gigante y un ángel. Habrá un Otelo que no es moreno, pero quizá sea cubano, una Desdémona muy chica fresa, una Julieta poco agraciada, un Hamlet que puede imitar muy bien a la popular “Doña Lucha”.
Durante su famoso monólogo, un Claudio que recuerda a nuestro “Piporro”, una Reyna Gertrudis muy tonta…
La música apoya el efecto cómico y ridiculiza las situaciones presentadas; los efectos de sonido, quizá de manera intencionada, en algunos momentos no empatan con las situaciones. La iluminación es adecuada para las escenas planteadas.
Pasaran muchas situaciones cómicas, modificadas del libreto original para hacerlas más cercanas a nuestra idiosincrasia y, para mayor disfrute, siempre será mejor haber disfrutado las obras referidas en alguna de sus traducciones.
Al final aplaudiremos a la compañía y veremos los gestos de satisfacción de ellos y su agradecimiento, sabiendo que han cumplido, con creces, su deber de clowns…
El Clown, el autor y la obra

El clown moderno puede ser un personaje del teatro actual, que bajo una disciplina y técnica particular desarrolla varias características muy especiales. En su origen está el payaso de circo. Suelen tener sólidos conocimientos de actuación, música, acrobacia, manejo de su cuerpo. Buscan ser espontáneos y pueden romper la cuarta pared del teatro para comunicarse con su público. Suelen buscar la risa, pero su actuación nos puede llevar a reflexionar sobre muchas cuestiones vitales.
El autor
Hernán Gené de Luca nació en Buenos Aires en 1960, hijo de actores. Nada raro que conociera desde la infancia los entretelones del teatro. Conoció y trabajó con el grupo musical “Les Luthiers” desde su más tierna adolescencia.
Ha sido actor de teatro, cine y televisión, trabajando junto a personalidades como Federico Luppi y Roger Corman. Su trayectoria incluye la fundación y participación de grupos teatrales como “El Clú del Claun” y “La cuadrilla” en Argentina. Ha sido director de teatro y de circo de innumerables espectáculos.
Desde muy temprano ha mostrado un gusto por el mundo de los Clowns, lo cual ha marcado sus espectáculos más reconocidos. También el teatro clásico, principalmente Shakespeare, es una influencia y fuente para desarrollar sus trabajos.
Desde 1997 vive en Madrid y su actividad se ha extendido también al plano docente, dando talleres sobre el clown y teatro físico en varios continentes. También ha escrito diversos libros relacionados con su quehacer en el teatro y el mundo del circo.
Desmontando a Shakespeare.
Es una de las obras más conocidas de Hernán Gené. Es un libreto donde veremos cómo cuatro clowns, al no poder presentar su trabajo en medios oficiales, buscan en un lugar alternativo presentar, en breve, tres obras de Shakespeare: Otelo, Romeo y Julieta y Hamlet.
La representación seleccionara momentos relevantes de los trabajos de Shakespeare y transcurre con lo que esperaríamos de los payasos: situaciones ridículas, juegos de palabras, actuaciones exageradas, interpretación errónea de las frases, equívocos durante la actuación, etcétera.
La primera obra representada es Otelo y afortunadamente las escenas seleccionadas permiten entender las motivaciones de los personajes. La segunda es Romeo y Julieta, donde se seleccionan algunas escenas para mostrar lo más popularmente conocido de ella. Mi referencia a la misma es la peli Romeo y Julieta (1968, Franco Zefirelli), para generaciones más actuales será Romeo + Juliet (1996, Baz Luhrmann) con Leonardo DiCaprio. La tercera puesta es quizá la más complicada para entenderse a través de la puesta en escena, porque la trama puede parecer compleja con sus engaños e intenciones malintencionadas.
En palabras de una actriz que fue clown…
Selina Guzmán ha comentado que requirieron un breve curso de actuación clown con uno de los más importantes representantes en la Ciudad de Veracruz de este estilo teatral, miembro de “Tinglado Compañía teatral”, Juan Pablo Solano, que recientemente vimos en el montaje Esperando a Godot, del Colectivo Teatral Reflexionario Mocambo. Fue gracias a la comprensión del espíritu clown, por parte de la compañía, que el proyecto pudo avanzar y completarse.
Ella fue “Totina” y reconoce que los retos que enfrentó en la puesta en escena son similares a los que desafían a las compañías de teatro independientes de Veracruz. Los retos para la puesta en escena Desmontando a Shakespeare, que ella identifica es el reducido número de asistentes; la presenta una nueva compañía independiente, con un espectáculo de Clowns, y versa sobre obras de Shakespeare-que mucha gente considera como “aburridas”-.
Estaremos atentos al próximo reto de la Compañía.