Poco a poco hay más bailarinas que se han atrevido a romper con los estereotipos corporales de este arte.

Por: Sveiry Alatorre y Salma Fano

Más allá de las exigencias por parte de las academias y las compañías, el cuerpo por sí sólo responde a la danza clásica. En medio de esta disciplina encontramos dolor y fractura, no sólo física sino también mental. ¿Realmente este peso lo genera la danza o todo parte de las instituciones?

La ruina corporal y la desolación mental

La bailarina estadounidense Kathryn Morgan dejó el New York City Ballet, en donde era solista, debido a la enfermedad de Hashimoto. Después de una mejoría en su salud, tanto mental, como física, regresó a los escenarios, esta vez del Miami City Ballet. Al inicio todo era una ilusión pero, pese a ser talla dos, despreciaron su cuerpo. Por esa razón, se motivó a hablar más fuerte sobre los daños a la salud física y, por consiguiente, mental, que crean tanto la academia como la compañía. Una amiga suya le dijo que era un ser humano que baila, no un robot; esto hace énfasis en que el ballet es un arte porque no sólo apela a lo físico, sino también al alma y al espíritu, al ser.

Como este, hay miles de casos. Tal es el ejemplo de María Francesca Garritano y Clara Maroto, quienes han compartido los estragos del perfeccionismo. Según el periódico ABC, la primera dijo que algunas mujeres pierden la menstruación debido a las dietas tan estrictas y otras no pueden tener hijos debido a los trastornos alimenticios. Las bailarinas tienen “una relación casi religiosa con el espejo, el instructor y el público”. Garritano comentó que cuando era adolescente su profesor la llamaba “buñuelito chino” y ella limitó tanto su alimentación que su menstruación desapareció durante un año y medio. La segunda bailarina compartió para El Asombrario que no metería a su hija a esta disciplina a menos que ella lo deseé, “porque es muy duro. No es normal que a una niña de 15 años le dé un ataque de ansiedad, por culpa de la presión. Yo soy una persona nerviosa, ahora las cosas me afectan menos, me he acostumbrado, pero al principio era muy sensible. Un día ves que tienes un pie hinchado, otro se te ha salido la rodilla… Y se pasa mal; siempre hay algo que te duele y no sabes hasta qué punto merece la pena…”

En la actualidad más bailarines esquivan los estereotipos

Si bien en el mundo del ballet las exigencias físicas sobrepasan a los bailarines, pareciera que a la academia se le olvida que son seres humanos y las compañías sólo los ven como un número más, pero profesores se han levantado contra estas barreras que el mundo del ballet ha construido a lo largo del tiempo. Tal es el caso de Juan Miguel Mas que abrió una academia para toda apariencia, adaptando los movimientos a cuerpos que no entran en el ideal dancístico. Él ha estudiado este tipo de cuerpos voluminosos para hacer rendir a los bailarines y que no se pierda lo estético del ballet, también menciona que esta escuela la creó pensando en figuras como la de él: “blandos y anchos”.

Otro ejemplo de cómo el hombre ha encontrado la manera de convivir con este arte, sin importar los impedimentos físicos, son las piezas artificiales. BBC News presentó el caso de Pollyanna Hope que tras perder una pierna a sus dos años su mamá trató de encontrar una prótesis que se adecuara a otras disciplinas, no sólo caminar, pero no tuvo éxito y recaudó el dinero para comprarla. A partir de esto decidió hacer una campaña para que los servicios de salud británicos dieran de forma gratuita prótesis a más niños. Pollyanna de esta manera logró bailar y hace invenciones para adaptar este artificio a la danza.

Hoy por hoy existen canales de YouTube, blogs o perfiles de instagram y Facebook que hacen visible el ballet para todas las edades. Es decir, destruyen la idea de que la danza clásica sólo le pertenece a los niños. Inclusive han surgido bailarines profesionales que comenzaron a partir de la adolescencia o después de la universidad. En realidad, han surgido bailarines desde cualquier rango de edad y estos canales o perfiles ayudan a esparcir la voz de que nunca es tarde para colocarte unas zapatillas de ballet, sin importar la estructura o la imagen de tu cuerpo.

Un ejemplo de lo anterior es ballerinas by night que cuentan con su canal de youtube y su página web. Su misión es crear una red de apoyo hacia todos aquellos bailarines adultos y brindar información desde temáticas divertidas hasta técnicas.

El cuerpo, ¿se adapta o se altera?

Es un hecho que la danza transforma el cuerpo para que sea un sublime negativo. Es decir, la belleza que nace del horror: los bailarines sufren distintos dolores que les permiten tener ese cuerpo hermoso y esos movimientos gráciles.    

La doctora Soledad Echegoyen Monroy, especialista en medicina del deporte y maestra del INBA, describe en Ciudad de la Danza cómo cambia desde el metabolismo hasta el sistema nervioso, que ayuda a aprender secuencias de movimiento. Los huesos también se ven afectados, pero hay pocos estudios sobre esto.

A lo largo de la historia, se ha transformado a la zapatilla de ballet; antes las puntas eran más afiladas y estrechas, lo que hacía que no bailaran tanto tiempo en punta, por ello ahora tienen una base fuerte que ayuda a mantener el equilibrio. Pese a esto las zapatillas siguen provocando dolor y heridas. Aún no se sabe si la transformación del pie es adaptación o deformación por las tantas de horas de entrenamiento rígido.

Además, dice que las academias sólo se fijan en la apariencia física y no en el porcentaje de grasa, el cual es primordial, incluso más allá del peso. Esto afecta al crecimiento y desarrollo de los jóvenes bailarines porque se les obliga a bajar de talla. No se han realizado muchos estudios sobre la salud corporal en el ballet, debido a que no ponen suficiente atención en la parte atlética que conlleva este arte.

El cuerpo es la herramienta del bailarín y a través de éste verbalizan las emociones. Todos estos procesos que sufre el organismo tienen el propósito de narrar y transmitir sentimientos, de juntar lo etéreo con lo terrenal.

Ballet Fitness

Muchas personas usan el ballet para ejercitar el cuerpo, su propósito no es ser bailarines profesionales, sino, simplemente, llevar una vida saludable. BBC News dice que otro tipo de atletas utilizan esta disciplina para mejorar en su deporte, tal es el caso del futbolista Rio Ferdinand.

La bailarina Mary Helen Bowers abrió su canal de youtube y su página web, en los que sube videos que ayudan a tonificar el cuerpo. Ella menciona que su entrenamiento mejora las funciones motoras, la agilidad y el equilibrio. Incluso aquellos que no son bailarines pueden realizar sus ejercicios. El ballet es una disciplina completa.  

Los cuerpos se ajustan al ballet, pasan por un filtro de dolor y belleza para sentir lo celestial, se vuelven sublimes y así pueden transmitir lo intangible y lo puro del ser; de esta forma, el cuerpo es hermoso no por cómo luce, sino por lo que puede hacer.

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