Por Carlos Pérez
El aclamado cineasta español Pablo Berger, arquitecto de atmósferas poéticas y narrativas de hondo calado emocional, regresa a México para ser el protagonista de una exhaustiva retrospectiva en la Cineteca Nacional. Del 19 al 26 de octubre, las tres sedes del recinto —Xoco, Chapultepec y de las Artes— proyectarán la totalidad de su filmografía.
Estas actividades constituyen un homenaje que celebra el mestizaje de géneros y la singularidad de su voz autoral.
La poesía y el absurdo se encuentran en el cine
El ciclo, posible gracias al respaldo de la Fundación SGAE y otros colaboradores clave, ofrecerá al público mexicano la oportunidad de recorrer las cuatro cintas que definen la carrera del director vasco.
Como colofón indispensable, Berger ofrecerá una clase magistral y participará en coloquios para desentrañar su proceso creativo, invitando a una inmersión directa en su peculiar universo.
La cartografía de un autor inclasificable
Berger, reconocido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España y con una nominación al Óscar por su más reciente obra, Mi amigo Robot (2023), posee una filmografía tan concisa como influyente.
Sus películas se distinguen por una capacidad única para fusionar lo absurdo, el humor negro, la tragedia y la ternura, siempre con una poderosa impronta visual.
La retrospectiva arranca con su ópera prima, Torremolinos 73 (2003), una comedia negra que utiliza el auge del cine amateur de los setenta para radiografiar la España de la transición.
Continúa con la joya muda y en blanco y negro Blancanieves (2012), una relectura gótica y flamenca del cuento clásico que le valió diez Premios Goya y un Ariel, demostrando su maestría en la adaptación y el riesgo estético.
El recorrido incluye la inclasificable Abracadabra (2017), un delirante ejercicio de comedia y drama con toques sobrenaturales.
El reencuentro con la amistad silenciosa
El punto culminante de la muestra es la multipremiada cinta de animación Mi amigo Robot (2023), que, curiosamente, fue la película más vista en la Cineteca Nacional de las Artes en el año previo, y se ha convertido en un fenómeno de taquilla y crítica.
Esta película, desprovista de diálogos y ambientada en un Nueva York de los ochenta, es un emotivo tratado sobre la amistad, la pérdida y la memoria, que ha resonado profundamente en el espíritu del espectador mexicano.
Un diálogo abierto con el creador
La interacción directa con el artista es el valor añadido de este ciclo. El viernes 24 de octubre, a las 18:00 horas, el director impartirá una clase magistral en la Cineteca Nacional Xoco, una cita imperdible para cineastas y cinéfilos.
Además, Berger acompañará al público en funciones específicas, ofreciendo coloquios después de la proyección, brindando una ventana a la trastienda de sus obras más icónicas.
De manera que el director participará en el Coloquio posterior a la proyección de Blancanieves que se realizará en la Cineteca Nacional Chapultepec el miércoles 22 a las 18:00 horas.
Asimismo habrá diálogos tras Abracadabra y Mi amigo Robot, en la Cineteca Nacional Xoco, el jueves 23 a las 19:00 y viernes 24 a las 20:00, respectivamente.
El alma del cine como patrimonio
Este ciclo no es solo una exhibición; es una afirmación del cine como patrimonio cultural vivo. La Cineteca Nacional, al poner en perspectiva la obra de Berger, reafirma su compromiso de acercar al público a los creadores que han roto moldes y expandido los límites de la narración cinematográfica.
Es una invitación a redescubrir la magia y la melancolía que subyacen en las historias que nos recuerdan lo esencialmente humano.