Por Carlos Pérez
El Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, fungió como foro para la reflexión especializada, al ser la sede de la conferencia “Apuntes curatoriales de la exposición Bajo el signo de Saturno”. El encuentro, que registró una nutrida afluencia en su auditorio, contó con la magistral ponencia del historiador David Caliz, quien se abocó a desentrañar las profundas implicaciones intelectuales y los ejes conceptuales que dan forma a la significativa muestra temporal que se exhibe en el MUNAL.
La exposición, cuyo título evoca directamente la tradición astrológica que vincula al planeta Saturno con la melancolía, el conocimiento profundo y las disciplinas herméticas, fue minuciosamente contextualizada por Caliz.

Su disertación se centró en la arqueología de las imágenes, abordando la temática desde una rigurosa perspectiva que teje con precisión la historia cultural con la historia del arte. El ponente ofreció una mirada privilegiada sobre cómo la imaginería saturnina, portadora de la dualidad entre la genialidad y la aflicción, ha sido un motor recurrente en la creación artística a lo largo de los siglos.
El foco principal de la sesión residió en la representación y la influencia persistente de las denominadas artes herméticas —desde la alquimia hasta el ocultismo— en el espectro de diversas disciplinas estéticas. Caliz iluminó cómo esta tradición esotérica ha permeado la producción artística, dejando huellas codificadas que escapan a la interpretación superficial y demandan un nivel de lectura especializado para su plena comprensión. Destacó cómo los procesos creativos, a menudo, se nutren de fuentes simbólicas que se encuentran en los márgenes de los cánones establecidos, enriqueciendo inmensamente el discurso visual de las obras.
El encuentro académico, que tuvo lugar puntualmente a las 12:00 horas en la solemnidad del Castillo, no solo sirvió para profundizar en los contenidos de Bajo el signo de Saturno. Adivinación en el arte, sino para reafirmar la misión educativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura. Al integrar esta actividad de alto nivel en el costo habitual de la entrada al museo, se fomenta el acceso a contenidos especializados y se estimula la reflexión crítica en torno a las narrativas históricas y simbólicas que convergen en el patrimonio cultural nacional.
La limitada capacidad del auditorio subrayó el carácter exclusivo y la alta demanda de este tipo de encuentros, poniendo en evidencia la necesidad de seguir abriendo espacios para el diálogo entre la curaduría, la historia y el público ávido de decodificar la complejidad estética. La exitosa jornada es una clara muestra del interés sostenido por desentrañar las capas ocultas y las referencias esotéricas que dan soporte a las grandes exposiciones del circuito mexicano.