Por Carlos Pérez
La sala del Auditorio Adolfo Best Maugard del Museo Nacional de Arte (MUNAL) se vistió de intelectualidad y misticismo para acoger la conferencia “Clarividentes y Quirománticas en los Archivos de la Fototeca Nacional”. La charla, impartida por la investigadora Mayra Mendoza, se centró en un análisis profundo de las imágenes que resguarda la Fototeca Nacional con un enfoque en la iconografía de la adivinación. La actividad, que forma parte del programa académico Bajo el Signo de Saturno. Adivinación en el Arte, capturó la atención de un público notablemente interesado en la intersección entre la historia, la fotografía y las prácticas esotéricas.
Para esta conferencia anunciada con registro previo, el público evidenció el interés que suscita la historia de las prácticas adivinatorias en México y su representación visual. Mayra Mendoza, cuya ponencia se basó en un artículo previamente publicado en la revista Alquimia, demostró un dominio riguroso del tema, guiando a la audiencia a través de un recorrido visual y conceptual que desmitificó y contextualizó las imágenes de clarividentes y quirománticas.
El vínculo entre lo oculto y el arte visual
Mendoza inició su exposición detallando cómo la fotografía, desde sus inicios, ha servido no solo como un registro de la realidad, sino también como un medio para capturar y a menudo legitimar fenómenos que se ubican en los márgenes de la ciencia.
La investigadora mostró diversas fotografías de archivo, en su mayoría retratos de época, donde se observan a mujeres y hombres que practicaban la adivinación. Cada imagen, más allá de ser un simple retrato, fue analizada como un documento que revela aspectos sociales, culturales y estéticos de la época. Por ejemplo, en las fotografías de gabinete de finales del siglo XIX y principios del XX, los clarividentes y quirománticos eran representados a menudo con objetos que aluden a su oficio, como bolas de cristal, cartas del tarot o líneas de las manos visiblemente marcadas.
El análisis de la ponente no se limitó a una mera descripción ya que profundizó en la interpretación de los gestos, los vestuarios y los ambientes en los que se tomaron las fotografías, sugiriendo que estos elementos eran parte de una construcción simbólica destinada a proyectar una imagen de autoridad y misterio.
Las fotografías de estudio, con sus telones de fondo y utilería, se presentaban como escenificaciones cuidadosamente orquestadas. Mendoza subrayó cómo estas imágenes no solo documentaban a los personajes, sino que también reflejaban las creencias y la cultura visual de la sociedad que los consumía.
Fotografía como testimonio histórico y cultural
Un punto crucial de la charla fue la manera en que la fotografía se convierte en un testimonio invaluable para el estudio de prácticas que, de otro modo, serían difíciles de rastrear. La investigadora argumentó que los archivos fotográficos no son solo repositorios de imágenes estáticas, sino fuentes dinámicas que permiten reconstruir fragmentos de la vida cotidiana y las creencias de épocas pasadas.
La conferencia culminó con una sesión de preguntas y respuestas que evidenció el interés del público. Los asistentes inquirieron sobre la vida de los personajes retratados, la catalogación de estas imágenes en la Fototeca Nacional y el papel de la fotografía en la historiografía de lo esotérico. La respuesta de Mendoza fue detallada y precisa, lo que enriqueció el diálogo y consolidó la ponencia como un ejercicio académico riguroso y accesible.
La conferencia de Mayra Mendoza no solo cumplió con el objetivo de difundir el conocimiento, sino que también invitó a una reflexión más amplia sobre la función del arte como un espejo de las creencias y las complejidades humanas. La charla se posiciona como una aportación valiosa al estudio de la iconografía de la adivinación y su legado en la cultura visual de México.