Por Carlos Pérez
En un evento que exploró la intersección entre el pensamiento esotérico y las diversas expresiones artísticas, el Museo Nacional de Arte (MUNAL) fue el escenario de la conferencia “Esoterismo en la generación de Medio Siglo”, impartida por Daniel Escoto. La charla, que forma parte del programa académico “Bajo el signo de Saturno. Adivinación en el arte”, atrajo a un público interesado en desentrañar los hilos que conectan la mística con la cultura.

Escoto profundizó en la influencia del pensamiento esotérico en la generación de Medio Siglo, destacando cómo esta corriente de ideas se entrelazó con el cine, la literatura, el teatro y las artes plásticas.
A lo largo de la conferencia, se abordaron figuras clave de la cultura mexicana y latinoamericana, como Alejandro Jodorowsky, conocido por su cine de culto y su trabajo en la psicomagia; Juan José Gurrola, artista multidisciplinario cuya obra exploró los límites de la realidad; y Carlos Monsiváis, cronista y ensayista que supo capturar y analizar la complejidad de la sociedad con una mirada aguda.
La conferencia no solo se centró en la teoría, sino que también invitó a los asistentes a considerar cómo estas ideas se manifiestan en la producción artística. El conferencista delineó un panorama en el que lo místico y lo oculto dejaron de ser un tema marginal para convertirse en una fuerza motriz en la creación de obras que desafían la percepción y expanden la conciencia.
El evento, de entrada libre y previo registro, se enmarca en una serie de actividades del MUNAL que buscan explorar temas poco convencionales en el ámbito museístico. La iniciativa de “Bajo el signo de Saturno” demuestra un compromiso con la diversidad de perspectivas y la apertura a nuevos diálogos en torno al arte y sus múltiples interpretaciones.

La charla de Escoto fue una invitación a mirar más allá de la superficie de las obras y a reconocer las corrientes subterráneas de pensamiento que las nutren. Al conectar el esoterismo con la producción cultural de una época tan efervescente como la de Medio Siglo, la conferencia ofreció una nueva lente para apreciar el arte y la historia, recordándonos que las fronteras entre lo racional y lo espiritual son, a menudo, más permeables de lo que imaginamos.