• En el marco de la 36ª FILAH amigos y colegas se dieron cita para rendir un homenaje al periodista cultural fallecido el 20 de agosto de 2025

Por Carlos Pérez

CDMX.- En una tarde impregnada de melancolía, reconocimiento y gratitud, el Museo Nacional de Antropología fue el escenario de un emotivo homenaje a la vida y legado de Huemanzin Iyolocuauhtli Rodríguez -fallecido el pasado 20 de agosto-, un nombre que evoca el periodismo cultural en su forma más pura y humana.

La mesa de diálogo “Entre letras y pantallas: Recordando a Huemanzin Rodríguez” que estuvo integrada por sus amigos y colegas Sarai Campech, José Gordon, Peter Krieger, Marcos Daniel Aguilar y Ezra Alcázar, se transformó en un espacio de recuerdos compartidos, donde la voz del periodista, su humor, su rigor y su humanidad, resonaron una vez más.

“Entre letras y pantallas: Recordando a Huemanzin Rodríguez”

El evento, enmarcado en la 36ª Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, no fue un simple tributo a una ausencia, sino una celebración vibrante de la herencia que Huemanzin dejó en cada persona que tocó. A través de anécdotas, reflexiones y pasajes íntimos, sus compañeros de camino dibujaron el perfil de un hombre que, más allá de la pantalla, cultivó la amistad y el conocimiento con una generosidad inmensa.

El eco de una voz sabia y vital

El historiador del arte Peter Krieger, con una trayectoria que le ha valido el Premio Universidad Nacional de Investigación en Artes, recordó la amistad forjada a través de las entrevistas que Huemanzin le hizo. Conmovido, describió a su amigo como una persona amable pero exigente, una cualidad que apreciaba enormemente, pues generaba una retroalimentación valiosa y genuina.

A su vez, el narrador, ensayista y periodista cultural José Gordon dimensionó el impacto de Huemanzin desde los cimientos de Canal 22. Recordó los días en que, junto a un equipo de soñadores, construían lo que él llamó la utopía del Canal 22, un espacio para resonar en tribu. Gordon destacó la gran habilidad de Huemanzin para entablar conversaciones profundas y su destreza en el oficio, que sus compañeros de los primeros años de la televisora resumían en un reto único: “hacer hablar a un pintor, callar a un escritor y resumir a Monsiváis.

Entre otras memorias de sus compañeros de Canal 22, Gordon compartió que Froylán López Lavín recuerda a Huemanzin como el pequeño que corría de allá para acá -siguiendo instrucciones- en el programa Pequeños Viajerosde canal 13 donde el periodista inició su carrera, lo recuerda como “un chico inquieto con un brillo en la mirada”, corría de aquí para allá siguiendo instrucciones. Esa misma energía, esa misma risa, se mantuvo intacta a lo largo de su vida, reflejada en los abrazos efusivos y fuertes que sus amigos y colegas recuerdan con cariño.

Foto de Huemanzin Rodríguez

Las palabras de la memoria

El humanista, escritor ensayista y académico Marcos Daniel Aguilar, amigo y compañero de trabajo del periodista cultural fallecido hace algunas semanas, compartió un texto conmovedor titulado Tenemos que hablar de Hueman”. Con la voz quebrada por la emoción, reflexionó sobre la extrañeza de hablar en público sobre la vida de un amigo que aún se siente tan presente.

Recordó que en 2015 Huemanzin participó en el movimiento “Canal 22 sin censura”, cosa que -en opinión de Aguilar- tuvo muchos costos para él pues percibió que lo fueron desplazando de la televisión y le retrasaban los pagos como una especie de discreto castigo que no merecía el periodista cultural.

Señaló que imagina a Hueman como una máquina de pensamiento que arroja respuesta sobre diversos tópicos desde una particular forma de ser. “Un faro para entender la vida y la cultura con profundidad y seriedad, pero también con deseo y pasión para transitar sin miedo y con convicciones.”

Foto de Huemanzin Rodríguez

En su oportunidad el divulgador cultural Ezra Alcazar señaló que Huemanzin no era solo un colega, sino un hermano de conversación y de vida”. Sus charlas, a menudo hasta el amanecer, eran un río que fluía de la política a la literatura rusa, de los viajes a la amistad. Con Huemanzin, ese interior se hacía compartido

Alcazar, dejó en el aire la pregunta de “¿quién nos enseñará ahora lo que no sabemos?” Para él, el periodista no solo tenía la virtud de unir la inteligencia con la generosidad, sino de abrir caminos para que otros crecieran. “Incluso los gestos más sencillos, como tronar la espalda de un amigo o reírse de nuestras ocurrencias, Huemanzin dejaba la huella de alguien que no sabía estar de otra forma”, expresó.

Finalmente, la reportera cultural Saraí Campech, con una voz cargada de sentimiento, se refirió a Huemanzin como un amigo con el que hablaba de la vida, que le enseñaba a mirar las nubes. Campech reveló que su amistad se construyó sobre la base de las cosas sencillas de la vida, más allá de la televisión o la literatura. “No hablábamos de libros, bueno, sí hablábamos, pero no, la esencia de nuestra amistad eran esas cosas sencillas de la vida, dijo.

Con una sonrisa, recordó que era un hombre con una forma tan hermosa de convivir, de estar al nivel de cada uno de nosotros”, y que, con su inteligencia y sencillez, podía pasar del análisis de Marx a la conversación más cotidiana. “Ese era Huemanzin”, afirmó, evocando la imagen de un ser genuino y extraordinario al que este mundo le quedaba chico.

Un legado que se teje en el tiempo

Emotivo homenaje al periodista cultural Huemanzin Rodríguez en la 36ª FILAH

El homenaje a Huemanzin Rodríguez en la 36ª FILAH fue un recordatorio de que su trabajo, su vida y su pensamiento siguen vivos en la memoria de quienes lo conocieron. Se habló de sus tantas facetas con sus conocimientos y habilidades musicales y fotográficas, de su interés en autores y filósofos, de su profesionalismo, sus gustos y su trato siempre amable. El evento no solo celebró a un periodista ejemplar, sino a un ser humano que creyó en el poder de la palabra, en la importancia de la cultura como un refugio y en la convicción de que las minorías de hoy pueden ser más mayorías del mañana”. Su figura, un artesano de entrevistas, un sembrador de puentes entre lo íntimo y lo colectivo, se convirtió en un faro que seguirá guiando a las nuevas generaciones de comunicadores.

La Secretaría de Cultura, Canal 22 y el INAH, organizadores del encuentro, agradecieron la presencia de los asistentes y la participación de los panelistas, cuyo testimonio fue un valioso acto de memoria y gratitud.

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