Por Celic Rosas

Escrita en 1948, esta pequeña novela de Ernesto Sábato, escritor, ensayista, físico y pintor argentino, devela una complejidad psicológica espeluznante a través de su personaje principal. A pesar de que es muy fácil de leer y accesible, trata temas profundos.

El túnel trata, a grandes rasgos, sobre Juan Pablo Castel, personaje principal y narrador, quien cuenta desde la cárcel los motivos que lo llevaron a asesinar a su amante, María Iribarne.

El túnel”, de Ernesto Sábato – Mortal y rosa

Juan Pablo Castel cruza esa pequeña y delgada línea de la locura. El aparente amor que siente por María lo lleva a ello. Para ser precisos, en realidad no es amor, más bien es una especie de obsesión enfermiza mezclada con celos posesivos. Lo interesante es cómo Sábato logra describir la lógica de Castel; su inquietud obsesiva no aparece de la nada. Al narrar qué razones lo llevaron a realizar tal crimen, convierte al lector en cómplice.

A decir verdad, encontré una lectura bastante pesimista. Cuando parece que va a escribir una señal alentadora, acaba siempre con algo derrotista:”Es curioso, pero vivir consiste en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estoy preparando recuerdos minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza”. También hay un cuestionamiento existencial sobre el ser humano; pues vivir dentro de una sociedad en decadencia, conduce al protagonista a una constante soledad, al miedo, a la angustia, a la desesperanza y a la conclusión de que es absurdo estar vivo: “¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?” Y lo que parece que es ajeno a esta decepción, es el amor. Pero un amor que, entendido por Juan Pablo Castel, es una pasión imperiosa e intensa que da sentido a todo y que puede ser la respuesta a cualquier interrogante. Una definición equivocada, a mi parecer. Juan Pablo al final se da cuenta de que no es verdad. De manera que esta única cosa que él cree que no lo decepcionará, es la más hiriente y la causa de sus locuras. Cree que será la luz al final de ese túnel, pero no es así. Se da cuenta de que no hay más que oscuridad. Castel está dentro de un túnel desde su infancia y no puede salir de él: “…en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”.

Es un libro muy interesante y se presta para reflexionar sobre qué es el amor realmente, si es la solución, la poción mágica de todos nuestros males. Además, emplea un lenguaje llano, cercano a cualquier lector. Las atmósferas y la complejidad psicológica están muy bien construidas. Sábato logra comprimir temas laberínticos y profundos en pocas páginas, lo cual es plausible. El campo semántico y los objetos representados están minuciosamente seleccionados. Fondo y forma convergen entre sí para crear una verdadera obra de arte literaria gracias a su estética y a la misma historia.

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