Milburgo Treviño el mayor exponente en Veracruz
Por Violeta Pacheco
La sensibilidad de un pueblo al descubierto se refleja en el arte popular. Una de las expresiones artísticas de esta índole, que desde la época prehispánica se realiza, es el trabajo que importantes creadores desarrollan usando papel y cartón. En Veracruz, desde hace más de sesenta años, el artista plástico Milburgo Treviño Chávez presenta su ya tradicional Altar de Muertos.
Norma Ariana Mayen Camarena, maestra en Ciencias Visuales de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, en su tesis titulada “El estudio de la cartonería mexicana como elemento tridimensional en el diseño gráfico. El arte popular mexicano”, asegura que “el manejo del papel en México se da desde la época prehispánica”, aunque no de forma semejante a la actual cartonería.

También indica que “la cartonería tiene que ver con las cuestiones de rituales mexicanos, es un elemento didáctico para comprender mejor las tradiciones”. De los orígenes de esta técnica artística menciona “los hallazgos en el Templo Mayor”, donde encontraron objetos como bolsas de papel y bastón de mando realizados con papel, lo que confirma el uso ancestral de esta materia prima.
Con el desarrollo tecnológico se han transformado los procesos para elaborar cartonería, pero conserva su esencia. SE siguen utilizando papel y engrudo -pegamento preparado con harina y agua-.
Para la elaboración de piezas como “Judas”, en Semana Santa; calaveras y diablitos para confeccionar altares, diversos muñecos, figuras religiosas que se exhiben en templos; los internacionalmente conocidos Alebrijes, y piñatas utilizadas en múltiples celebraciones y durante las posadas.
Noviembre, el culto de los vivos a la muerte.

El escenario donde se generaliza el uso del papel para confeccionar altares, es el Dia de Muertos, en esta fiesta tradicional los mexicanos se burlan de la muerte, recrean escenas con calaveras dando “vida a la muerte”.
“Representar a la muerte me hace vivir” asegura el artesano Treviño Chávez y puntualiza “aún me debe unos años más de vida, porque me falta presentar dos altares más. Evoca que desde hace “más de sesenta años elegí dar vida a la muerte”. Espero que los niños que ahora ven mi trabajo “los recuerden y sigan preservando esta bella tradición para sus hijos”.
Con 87 años de vida, recuerda que “desde niño, era increíble poner el altar con mis abuelos”. Luego, en la Escuela de Artes Plásticas del INBA, donde cursó sus estudios bajo la directriz del muralista Luis García Robledo y el maestro Rogelio Armendáriz, “en las clases de escultura, aprendí a formar figuras” y elegí el periódico, cartón, engrudo y otros materiales para ir elaborando los altares.
Satisfecho expresa sentirse “parte de la historia de la plástica de Veracruz”, con cuatro premios nacionales en Cartonería. En Cuba le fue otorgado un premio de “Cartonería” en la III Bienal de la Habana.
Cuenta con cuatro premios Nacionales en Pintura. Ha participado en exposiciones colectivas y en la Academia de San Carlos. Además en Monterrey, Querétaro y en la Ciudad de México ha recibido reconocimientos; el más reciente uno que le entregaron en el Palacio de San Lázaro, donde reconocieron su trabajo junto al de varios artistas mexicanos de todo el país.
Falta reconocimiento a su labor artística
La maestra Indira Domínguez, directora de “Múcara, Casa de Artes”, opina que Treviño Chávez es el mayor representante de la cultura tradicional de Veracruz, “su labor no se circunscribe a la elaboración de Altares de Muertos, sino que trabaja diariamente promoviendo el uso del traje de jarocho ya que “todos los días porta su paliacate de colores anudado al cuello y su pequeño sombrero. Además el tercer día del mes de mayo convoca al concurso de la Cruz, para evocar la Fundación de Vera Cruz.

Pese a que el maestro Milburgo busca a sus patrocinadores para elaborar los altares de muertos, él destina parte de sus recursos a la compra del material con la intención de mantener la tradición, comparte Domínguez, quien revela que en ocasiones no se cuenta con un espacio adecuado para presentar el tradicional altar de muertos que elabora el artista plástico veracruzano.
Reivindicación del Arte Popular
En consulta de textos referente al Arte popular es interesante la opinión del catedrático Sixto J Castro, catedrático de Estética en la Universidad Valladolid, quien publica en la Revista de Filosofía que la distinción entre arte culto y arte popular -como un caso particular de la distinción entre alta cultura y cultura popular-, forma parte de los principios de la teoría estética.
Agrega que “lo que en una época es arte popular en otra se transforma en arte culto o, dicho de otro modo, buena parte del arte hoy considerado culto fue, en su origen, arte popular.
“La historia nos enseña que, por ejemplo, músicas que hoy consideramos parte del repertorio culto, como cualquier villancico del Cancionero de Palacio, fueron en su día muestra del arte popular”.
Coincide en este tema con el artista veracruzano Milburgo Treviño quien puntualiza que el arte popular requiere de visión, conocimiento, trabajo y desarrollo creativo que al llegar a un museo o espacio cultural, para mostrarla al público, mantiene el mismo valor.