Por Carlos Pérez
La iniciativa Noche de Museos continúa consolidándose como una de las propuestas culturales más atractivas de la capital, y el pasado miércoles 30 de julio no fue la excepción. El majestuoso Museo Nacional de Arte (MUNAL) abrió sus puertas para ofrecer una visita guiada a su colección permanente El arte mexicano del siglo XX, un recorrido que, puntualmente a las 19:00 horas, congregó a un público entusiasta deseoso de sumergirse en la riqueza y complejidad del arte nacional de una de sus épocas más prolíficas.
La expectación era palpable en el Vestíbulo del MUNAL, punto de encuentro para esta travesía artística. Bajo la conducción experta de Eduardo Ysita, los asistentes fueron guiados a través de las galerías, donde les esperaba un diálogo íntimo con las obras de algunos de los creadores más influyentes del siglo pasado. La colección, que abarca desde las vanguardias hasta el muralismo, ofrece una visión panorámica de las transformaciones estéticas y sociales que vivió México.
Ysita, con su profundo conocimiento y su capacidad para comunicar la esencia de cada pieza, desgranó los contextos históricos, políticos y culturales que moldearon el pincel y la visión de artistas de la talla de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Más allá de la mera contemplación visual, el guía invitó a los participantes a entender las motivaciones detrás de cada obra, la simbología inherente a los murales monumentales y la forma en que estos artistas se convirtieron en cronistas visuales de su tiempo.
La experiencia se enriqueció con las anécdotas y detalles compartidos por Ysita, quien logró establecer una conexión genuina entre las obras y los visitantes. Los presentes tuvieron la oportunidad de admirar de cerca la fuerza expresiva de Orozco, la monumentalidad narrativa de Rivera y la audacia experimental de Siqueiros, comprendiendo cómo cada uno, con su estilo distintivo, contribuyó a forjar un lenguaje artístico único y reconocible a nivel global.
“Estas obras no son solo pinturas; son testimonios vivos de nuestra historia, de nuestras luchas y de nuestra incansable búsqueda de identidad“, comentó Eduardo Ysita con notable convicción al concluir el recorrido, resumiendo el sentir de la noche. Su reflexión resonó entre los asistentes, quienes, con preguntas y comentarios, demostraron un genuino interés por profundizar en el legado de estos maestros. La interacción constante entre el guía y el público transformó la visita en un espacio de aprendizaje dinámico y participativo.
La Noche de Museos (programada para los últimos miércoles de cada mes) se reafirma, con eventos como este, como una herramienta fundamental para democratizar el acceso a la cultura y fomentar el aprecio por el patrimonio artístico. Estas jornadas nocturnas ofrecen una atmósfera distinta, más relajada e íntima, que propicia una conexión más profunda entre el visitante y las obras. La notable afluencia y el palpable entusiasmo de los participantes en esta ocasión son un claro indicio del éxito de la iniciativa y de la persistente sed cultural de la sociedad mexicana, que encuentra en sus museos un refugio y una fuente inagotable de conocimiento y belleza.